He de admitir que hoy estoy un poco confuso. Son las vísperas del Día de la Madre y tengo la mente en blanco. ¿Qué le puedo regalar a la persona que lo ha dado todo por mí? ¿Qué podría darle a esa persona que ella necesite? Podría empezar por los abrazos perdidos en la distancia, con los besos que no le he dado por la falta de tiempo. Podría...; pero es imposible. Las cosas o se hacen en su momento o no se hacen. Podría comprarle algo material, algo que ella necesite; algo que la alivie en las tareas diarias del hogar; pero eso podría haberlo hecho cualquier otro día. No tiene por qué ser mañana precisamente...
¿Qué hace distinto el día de mañana a cualquier otro día? Para mí y para ella todos y cada uno de los días de nuestra vida han sido el día del padre, el de la madre o el del hijo. Que se lo digan a ella, cansada de cambiar pañales de tres en tres, tratando de alimentarnos, educándonos; cuidándonos de la mejor manera que siempre ha podido... A ella que ha sacrificado su juventud a cambio de la nuestra...
Que se lo digan a cualquiera de las mujeres obligadas a enterrar su dolor contra natura. Que se lo pregunten una por una, todas las madres del mundo te dirán que cambiarían gustosamente todo cuanto tienen a cambio de ver crecer a sus hijos sanos y fuertes. No; definitivamente... Nada hace especial al día de mañana excepto el hecho de que por una vez al año nos permitimos el lujo de recordarnos a nosotros mismos de dónde venimos. Para mi madre y todas las madres del mundo mi humilde y particular tributo. GRACIAS.
El
ultimo regalo que me ha hecho mi hijo ha sido esta pequeña flor. Nunca
creí que se pudiera dar tanto con tan poco... Felicidades a todas las
Mamás. En la grandeza de estos pequeños detalles está el verdadero
sentido de la
vida.
Precioso tributo...
ResponderEliminarLa vida yace en cada instante, en cada momento que tenemos entre nuestras manos...es día a día que se ha de forjar, cuidar y mantener a aquello que amamos y nos da plenitud...en realidad todos y cada uno de los días son especiales para el ser humano, y es en cada amanecer tras abrir nuestra ventana y poder disfrutar de los rayos del sol, cuando deberíamos dar gracias por ser, estar, y compartir, con aquellos que tenemos a nuestro lado, con aquella que nos dio la vida y sin dudarlo daría la suya por nosotros...y es que, al final y por encima de todo, la vida siempre se reduce a esa grandeza que muchas veces ni tan siquiera somos capaces de ver, la del amor, la de los sentimientos, ese caudal de emociones que nos hacen sentir y vibrar, que nos hace sentirnos vivos, y que desgraciadamente a veces el mundo parece haber olvidado...
¿Y qué mayor ejemplo del amor, que el de una madre?...
Ha sido un placer visitarte, leerte, y sentirte...
Bsos...
Muchas gracias, Ame. Precioso comentario, es imposible definirlo de una manera más acertada. Es un enorme placer recibir visitas como la tuya. Un fuerte abrazo.
EliminarCon un beso espero que sea suficiente...
ResponderEliminarEs suficiente, ya lo creo que sí. Las cosas grandes caben perfectamente en los detalles pequeños. Un abrazo. Gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo.
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