Te deseo suerte, porque el primer amor es irracional; porque te verás obligada a comprobar que el amor es tan contradictorio que te empuja a perderlo todo al entregarte sin tan siquiera esperar nada a cambio. Que es un poco como perderse a sí mismo.
Que es despertar sueños dormidos y darles pequeñas pistas para que sepan encontrarte; es dejar pasar el tiempo sin apenas atreverse a mirar el calendario.
Es fingir que las imperfecciones hacen tu mundo perfecto; reflejar tu propia vida en el espejo de una pupila tan ilusionada como la tuya.
Es a la vez tan todo y tan nada que es tan cruel como para darte la vida para luego arrebatártela, borrando tu sonrisa de un plumazo y dejando cicatrices en tu rostro para siempre. Eso y mucho más es el amor, capaz de elevarte a la gloria y engullirte con tus propios miedos en menos de un segundo, es el vértigo de saber que si él deja de estar a tu lado para apoyarte y conducirte perderás para siempre el equilibrio, tan pendiente tu salud mental de su presencia que un simple pestañeo te conduciría a la derrota.
Es algo tan sumamente complejo que yo
jamás me atrevería a aconsejarte; pero me veo obligado a decirte que al poner
tu felicidad en manos de otro corres el peligro de perderla para siempre, y a
los quince años todos hemos estado enamorados. Es algo recurrente e inevitable.
Te deseo suerte. Solamente eso…