sábado, 8 de junio de 2013

Prólogo.




Fuente: Info Animal




Abuela…
Estoy sentado en el portal, como tanto hacíamos tu y yo antaño…  No sé si es mayo que se ha ido o soy yo el que no sabe volver; pero el caso es que siento que se escapa entre mis dedos todo cuanto era y he sido; y en la espera del recuerdo algo de mí y de ti se ha perdido. No sé ya reconocer la primavera si no es contigo, y el arco iris tan brillante de tus ojos, ahora dormidos, se estrella contra el olvido llenando manos y dientes de un musgo grasiento.

 Estoy desorientado sin ti; esa es la verdad... En ocasiones me despierto sudando, con tu recuerdo siempre moliéndome fuerte los huesos hasta dejarlos reducidos a un polvoriento cerco en la oscura estantería. Entonces me sonríes, rodeada en tu atalaya por otros recuerdos con rumor a hojas pasadas; siempre con la silueta del atardecer perfilándose contra tu foto. Y como cuando era pequeño, de nuevo lo consigues... haces que tu sombra me engulla llenándome de calma.

 Tanto y tan a menudo te siento que hasta las gaviotas escupen gotas de pesada lluvia agrandando un océano que ya me ahoga, harto de bracear contra tu imperecedero silencio.
Y entonces, cuando lo creo todo ya perdido, recuerdo tu mirada, y tus consejos; y dejo de tener miedo. Me asomo a la ventana, y asisto perplejo al hipnótico cortejo de las libélulas en celo. Se abrazan en el aire, acariciándose con delicadeza en pleno vuelo. Es de tal magnitud la perfección de sus acrobacias que me quedo en silencio observándolas hasta que toda mi oscuridad se desvanece.


12 comentarios:

  1. Es un sentir fuerte de enamorado, ese alejamiento, para volver a tener cerca a quien amamos, y más cuando nos sentimos perdidos en las amanecidas de junio, donde aun el calor no llega, y el amor es mucho. Felicidades por tu escrito. Un abrazo.

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  2. Otro abrazo para tí, Lola; aunque llegue con tanto tiempo de retardo. Hay estaciones que parecen alejarnos un poco de la realidad, momentos muy concretos del día (o de la noche) que nos acercan un poco a esas parcelas en las que dejamos aparcados los recuerdos a la espera de que sean ellos los que nos encuentren a nosotros. En el fondo somos solamente eso: carne abrazando a un hueso vestida con pellejos. El recuerdo es el alimento del alma. Sin recuerdos no somos nada.
    Buen fin de semana. Un fuerte abrazo.

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  3. Prisionero, no tiene que estar uno, ni del amanecer y cuidado que a mi me encantan los atardeceres, pero la palabra prisionero,me causa claustrofobia......

    pero como todo es una opinión... la mia..sin mas.. sin mucha importancia, gracias por pasarte por Mi Mirada y dejarte tu comentario, me gusta....

    En cuanto al miedo de este articulo tuyo.. hay como sea que superarlo, al fin.. depende de nosotros.. tenerlo o no..

    Un abrazo y un saludo

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  4. Hola, Estrella. Mi prisión no tiene barrotes, ni limitaciones de ningún tipo. Soy prisionero de mis propias contradicciones, de mis miedos, de mis fobias... Me gusta que sea el amanecer quien gobierne mi prisión; porque el amanecer siempre aporta luz cuando crees que solo hay oscuridad. El amanecer siempre es prometedor, siempre acerca los susurros de las palmeras cuando el viento está en calma, ahuyenta a los demonios propios y ajenos. Como todo en esta vida es una cuestión de opiniones. Los atardeceres guardan la magia de los amantes que se escapan a hurtadillas en busca de las sombras; pero no conozco una sensación más reconfortante que asistir a un nuevo amanecer, sobremanera cuando la persona que te ha acompañado toda la noche entrecierra los ojos adormilada y deslumbrada por su claridad.
    El miedo es necesario en esta vida. Solamente cuando no somos capaces de vencerle se vuelve peligroso. El miedo nos hace ser conscientes de lo que tenemos y lo que podemos perder. Nos hace luchar por algo, creer en algo...
    Me encanta tu Mirada, Estrella. Tiene un brillo propio que me encanta.
    Un abrazo y un saludo.

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  5. No conozco a nadie que sienta tal devoción por el recuerdo de su abuela Mmmm es precioso leerte ¿sabes BALAGAR? a veces siento que a la gente en general se le ha olvidado querer, pero querer de verdad, acurrucarse en los recuerdo de la persona querida y volver a sentirla cerquita. Es una suerte haber tenido a una persona como imagino fue tu abuela. Yo no tuve esa suerte con mis abuelas, una murió un mes antes de nacer yo, por eso llevo su nombre y la otra... bueno, se volvió a casar tras enviudar de mi abuelo y a penas hemos tenido contacto, el caso es que aun vive... ahora la veo a veces pero no tengo recuerdos de pequeña, de estos ricos que cuentas aquí mientras ves volar a esa libélula.

    Muy bonito, graacias.


    Un abrazo grande BALAGAR.

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    1. Hola, María. Lo cierto es que no encuentro una persona en mi vida con mayores méritos para ser recordada que mi abuela. Supongo que en la inocencia de nuestra fase infantil las vemos como súper heroínas, capaces de todo. Tienen la capacidad de conjugar el amor de una madre y la benevolencia de una abuela en una sola persona. Fué una persona luchadora, y todo un ejemplo para mí. Lo menos que puedo hacer es rendirle un pequeño tributo de vez en cuando a su memoria. Se lo merece, vaya si se lo merece...
      Lamento mucho que no hayas tenido la ocasión de atesorar momentos "de esos ricos que te hacen acurrucarte en los recuerdos". Es una lástima. Si te sirven de algo yote cedo gustosamente todos los que sea capaz de plasmar en letras, aunque no tenga la envidiable maestría de tu pluma. Tienes un nombre bonito, y el hecho de que te lo hayan puesto en homenaje a tu abuela dice mucho en favor de ella. Gracias a tí, por pasarte por aquí y dejar ese comentario tan bonito. Un afectuoso abrazo. Buen fin de semana.

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  6. Profundo, con mucho sentimiento. Me gusta!

    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Eva. Me gusta que te guste. Un fuerte abrazo.

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  7. Me he emocionado y todas mis palabras se han ahogado en un mar de lágrimas con toda la ternura y recuerdos que has evocado gracias a y para Ella.

    Enhorabuena, es precioso, de verdad.

    Un abrazo.

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    1. Hola, María. El día que dejemos de sentir y de recordar habremos perdido para siempre la capacidad de vivir. Me ha emocionado leerte; es curiosa la empatía que se puede llegar a sentir al leer a una persona. Un fuerte abrazo.

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  8. Hola, gracias a blogs amigos llegué a tus blogs y estoy muy pero muy encantada de leer tus texto. Y sabes, siempre he amado a mi abuelita, tanto pero tanto, y por estos días el miedo a perderla me lastima el alma, ella tiene cáncer y nada más no puedo, no soporto imaginar mi vida sin ella. Tu amor me hace revivir el nuestro- mi abuela y yo-.

    Saludos y un fuerte abrazo.

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    1. Hola, Mily. Lamento que en estos momentos estés sufriendo. Si de algo te sirve mi apoyo te envío un torrente de energía positiva para que todo salga bien. Puede vencerse.
      Pásate por aquí cuando quieras, que eres y serás bien recibida. Un fuerte abrazo.

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